La tarde de este jueves, se anunció la muerte de la reina Isabel II, a los 96 años de edad en su residencia ubicada en Balmoral, Escocia.
"La reina murió en paz en Balmoral esta tarde", anunció el Palacio de Buckingham.
Tras llegar al trono en 1952, la reina Isabel protagonizó el reinado más extenso de la historia británica, marcado por su fuerte sentido del deber y su determinación por dedicar su vida al trono y a su pueblo.
La Familia Real emitió un comunicado en nombre del nuevo rey, que será llamado oficialmente Carlos III:
"El fallecimiento de mi querida madre, Su Majestad la Reina, es un momento de máxima tristeza para mí y para todos los miembros de mi familia".
"Lloramos profundamente el fallecimiento de una soberana y una madre muy querida".
"Sé que su pérdida se sentirá profundamente en todo el país, los reinos y la Commonwealth y por innumerables personas de todo el mundo".
"Durante este período de luto y cambio, mi familia y yo nos sentiremos reconfortados y sostenidos por el respeto y el profundo afecto que se le profesaba a la Reina".
Las autoridades del Reino Unido ya estaban preparadas para el deceso de la reina desde hace 20 años con la Operación London Bridge, misma que señala el protocolo que debe seguirse durante los 10 días próximos a su fallecimiento, desde las horas inmediatas hasta los trámites para la sucesión del trono.
Según la “Operación London Bridge”, la Familia Real dará a conocer los pormenores del funeral de la reina Isabel II, y si todo sale conforme se espera, este se celebrará entre 10 y 12 días después del fallecimiento de la monarca; esto es, entre el 18 y 20 de septiembre, y se realizará en la Abadía de Westminster, en Londres.
Después del funeral, el cuerpo de Isabel II se trasladará a la capilla de San Jorge en el Castillo de Windsor, y será sepultada en la capilla conmemorativa del Rey Jorge VI al lado de su esposo, el Príncipe Felipe.
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